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| 7 de julio, día de la Conservación de los Suelos |
Cuidar el ambiente implica la conservación de todo el medio: recursos del suelo, del agua y biológicos que ayudan a mantener el orden adecuado de supervivencia. ¿Qué hace que los suelos se degraden y cuáles son sus efectos? Enterate todo en esta nota.
Disminución de la fertilidad del suelo, elevación de acidez, salinidad, alcalinización, deterioro de la estructura del suelo, erosión eólica e hídrica acelerada, pérdida de la materia orgánica y de biodiversidad. Esos son los efectos que describe la FAO como los más drásticos cuando hablamos de los peligros de la falta de conservación de los suelos. Es por eso que el 7 de julio se impulsa como el Día Internacional en esta materia, y así se llama a toda la población a tomar conciencia de qué puede suceder si no discriminamos nuestras acciones en beneficio del medio ambiente.
Si todo esto sucede, entonces no se verá afectado solamente el medio en el que habitamos, sino también las actividades que allí desarrollamos: educativas, culturales, económicas y sociales, todas se verán impactadas de manera negativa. Imaginemos la siguiente escena: un pequeño productor de hortalizas se encuentra en una zona donde una industria que se encuentra a 100 km vierte los desechos de nuevo al agua sin tratamiento alguno. De manera casi previsible, los suelos se verán afectados en su composición y serán contaminados, impactando tarde o temprano a la plantación del pequeño productor que, al no poder cosechar su propio alimento y el destinado a la venta en el mercado del pueblo, verá sus ingresos seriamente afectados, trasladando la consecuencia a su familia, que también colabora en los trabajos de la plantación.
El ejemplo que recién relatamos representa una imagen tristemente habitual en zonas donde los controles son débiles y las necesidades, extremas. La falta de compromiso del grupo empresario va a afectar de manera indirecta a la educación del poblado a 100 kilómetros.
Por el contrario, de manera positiva, un suelo puede aumentar su productividad si se estimulan medidas tecnológicas y económicas que tiendan a un mayor aprovechamiento de los suelos. Esto es posible partiendo de la base de que su conservación es el primer eslabón de una cadena que hay que cuidar especialmente para dar los mejores resultados aptos para garantizar su competitividad.
Foto: Wikicommons Marpolia CC 4.0
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